Vamos haciendo zapping entre la programación habitual o viendo el listado de películas en Netflix un domingo por la tarde y de repente nos cruzamos con una cara conocida entre los afiches promocionales…
¡Caramba!, exclamamos. Nos hemos encontrado con un actor del que nunca más volvimos a saber, pero que sin duda marcó parte de nuestra infancia con una buena película o una excelente serie.
El mundo del entretenimiento está en constante cambio, de modo que lo que un día está en la cúspide, al otro puede que quede en el olvido, enterrado, en lo más profundo de la nostalgia y de nuestra memoria. Por fortuna para nosotros, adictos a las películas, la tecnología —y de vez en cuando los refritos en la tv— puede brindarnos la oportunidad de viajar al pasado y recordar la labor de muchos artistas de los que ya no se habla.
¿Qué les pasó? Es la pregunta que nos hacemos hoy
Un caso difícil de creer es el de la hermosa Alicia Silverstone. Su aparición en el mítico vídeo “Crazy”, de Aerosmith, junto a Liv Tayler, la catapultó a la fama instantáneamente. Luego, apareció en varias películas y series juveniles como Fuera de onda y Batman y Robin, siendo una de las figuras más famosas y mejor pagadas de los años noventa.
¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Adónde fue a parar?
Lamentándolo mucho, su relevancia fue en picada a principios de los años 2000. Obtuvo papeles pequeños en películas de poca taquilla como Scooby Doo 2: monstruos sueltos y Stormbreaker. El acelerado ritmo de vida en Hollywood pareció olvidarse de ella.
Por muchos años, la mala prensa y los críticos la vapulearon con comentarios destructivos sobre su talento y peso corporal, lo que causó un hastío en la actriz, que decidió alejarse progresivamente de las cámaras. Para su bien, se dedicó a su otra pasión: el activismo ambiental y el veganismo, donde hoy día concientiza sobre el consumo de carne y su impacto del medio ambiente.
Como dato extra, recientemente volvió a verse por la TV en el programa Lip Sync Battle de Comedy Central.
En esta misma línea podemos recordar a un par de actores increíbles tal como lo fueron Jack Nicholson y Michael Keaton, quienes dieron un vuelco al cine de súperhéroes con Batman, cinta dirigida por Tim Burton allá en los noventa.
Ambos actores tuvieron una carrera exitosa, pero desafortunadamente el paso de los años también puede pesarle a quienes se adaptaron a la fama.
Jack Nicholson nos regaló hilarantes películas como Mejor imposible y Locos de ira, pero la vejez llegó en el 2013 cuando decidió retirarse por cuestiones de salud, hecho que fue desmentido después. Algunos medios aseguraban que padecía de Alzheimer, cuando en realidad Nicholson ha llevado desde entonces una vida tranquila, disfrutando de sus éxitos cosechados. En sus palabras “no extraña nada los sets”.
Ya por el año 1994 llegaría a la luz un clásico de clásicos: León, el profesional. Si bien la película nos dejó con una actuación impecable de Natalie Portman, también sería una de las participaciones más importantes de Luc Benson. Sí, ese actor francés que también estuvo en los remakes de Mision Imposible, Godzilla y La pantera rosa.
Ya en los 2000 lo vimos un par de veces más en el Código Da Vinci, adaptación de la novela de Dan Brown.
Si bien se ha mantenido bajo perfil, su camino profesional no se ha alejado de las artes, por lo que en el 2015 el Gobierno de España le otorgó la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, y recientemente marcó su regreso con Da 5 Bloods, una película de guerra estrenada en Netflix el 12 de junio del presente año.
Y por último
Quizá uno de los más extrañados y más queridos por los cinéfilos de antaño sea Brendan Fraser, quien llegó a la fama por una actuación magnífica en George de la selva. Su carisma, buena actitud y talento le abrieron la autopista directa a nuestros corazones.
Su fama se solidificó al encarar al pistolero Rick O’Connell en las adaptaciones de Universal Studios de La Momia, el clásico de los sesentas. Hoy en día siguen siendo unas películas inigualables, con dosis de acción por montones, comedia y aventuras.
Lamentablemente, durante muchos años, el actor sufrió incontables abusos por parte de su productor, muchos de ellos físicos, psicológicos y sexuales. Solo hasta el día de hoy se han podido conocer los detalles de esta tragedia que lo llevaron a eventualmente abandonar los escenarios.
Por su parte, continúa en su oficio de fotógrafo a tiempo completo como manera de sanar la depresión y seguir una vida apacible con lo que le toca.