Todos sabemos que la crisis causada por el coronavirus ha afectado a todos los sectores en el mundo. El deporte no pudo escaparse de esta realidad y es que resulta imposible permitir que los escenarios típicos de los partidos de grandes equipos o las carreras, maratones, etc., donde se encontraban miles y miles de fanáticos en un espacio reducido, sigan su rumbo.
El fútbol, el basquetbol, la Fórmula 1, el tenis, las carreras BMX, o cualquier deporte en el que puedas pensar está paralizado. Los Juegos Olímpicos y la Eurocopa fueron reprogramados para el 2021. En el caso del tenis, el Grand Slam francés fue aplazado hasta septiembre, lo cual causó polémica pues choca con las fechas de la Laver Cup, creada por Roger Federer.
Hace aproximadamente dos meses, la Liga española decidió terminar su temporada a puertas cerradas para luego detener por completo sus actividades. La NBA también canceló los juegos sin dar información sobre un posible retorno. Por su parte, la Fórmula 1 decidió cambiar su perspectiva y realizar una competencia online con el videojuego de GP de Barhéin.
Sin embargo, ya se ha comenzado a analizar la posibilidad de regresar a las canchas pero, nosotros, los fanáticos no estaremos invitados. La Bundesliga ya comenzó sus actividades sin público y los jugadores recibirán tests para detectar el coronavirus manera regular. La Liga española se reiniciará en dos semanas sin seguridad de que los fanáticos puedan asistir a los partidos. El gobierno de India también accedió a la idea de comenzar las actividades deportivas pero, de igual forma, sin espectadores. La equitación a nivel mundial comenzó sus torneos sin nadie que aplauda a los ganadores y el mundo del cricket está esperando por aprobación para comenzar sus partidos a puertas cerradas.
Opiniones a favor y en contra
Como en cualquier situación, siempre hay opiniones divididas. Mientras algunos jugadores o directores técnicos prefieren regresar y continuar con sus rutinas de entrenamientos y partidos, otros no se sienten tan seguros de que esa sea la mejor idea.
Entre los que apoyan la idea de comenzar las actividades deportivas, aunque sea sin la energía que transmiten los fanáticos están Rafael Nadal, quien no ve con mal ojo la idea de regresar sin público; Manel Arroyo (Director de Dorna) también cree que hay que pensar en el negocio para recuperar la industria del deporte. El manager de Liverpool, Jurgen Klopp, no cree que la energía de los equipos disminuya por no tener audiencia.
El Director General Deportivo del Sevilla Fútbol Club, Ramón Rodríguez Verdejo, conocido como Monchi, también considera que se debe regresar al fútbol siempre y cuando la salud de los jugadores y todo el personal técnico no estén en riesgo. Pedro Martínez, el entrenador del BAXI Manresa reconoció que no sería lo mismo sin la pasión de los seguidores del deporte pero que, ante la situación tan impredecible, era necesario tomar medidas para recuperar el deporte.
Por otro lado, el piloto de F1 Sebastian Vettel, no considera que regresar sea una buena idea en estos momentos. Futbolistas como Denis Suárez y Mario Suárez expresaron su descontento pues creen que “el fútbol sin los aficionados no tiene sentido”. LeBron James, estrella de Los Angeles Lakers, también se negaba a disputar encuentros de la NBA sin público.
Y no solo se trata de querer o no. Para algunos, la idea de hacer competiciones a puertas cerradas no es ni siquiera una opción. Tal es el caso de la carrera de Fórmula 1 en Singapur, puesto que está es un circuito de calle y no hay manera de mantenerla “a puertas cerradas”.
¿Qué resultados traería cambiar a los deportes a puerta cerrada?
Pues, claramente, no permitir el ingreso de la fanaticada significaría pérdidas económicas considerables que provenían de los boletos de entrada y cualquier compra que se realizaba durante los partidos. La Liga Australiana de Fútbol ya tuvo experiencia y jugar sin público tuvo también un impacto en la cantidad de espectadores desde casa al final del partido. Mientras que, en condiciones normales, los espectadores de juegos por televisión o internet aumentaban al final del partido por la emoción de ver los resultados, la LAF notó que, sorprendentemente, en sus partidos a puertas cerradas, los ratings bajaron drásticamente al final de los partidos.
Estemos o no de acuerdo con que se realicen torneos a puerta cerrada, lo cierto es que el deporte no podrá ser igual. Sin la fanaticada, se pierde la pasión, la entrega, los aplausos, los cánticos y la esperanza reflejada en las caras de quienes iban a apoyar a su equipo o deportistas favoritos. Los productores tendrán que pensar en ideas más creativas para atraer a la audiencia a través de la televisión y elegir los horarios de presentación sabiamente puesto que tendrán mucha más competencia. Lamentablemente, no parece haber una alternativa que indique que podremos volver a los estadios pronto. ¿Consideras que el deporte debe regresar sin público? Déjanos tus comentarios más abajo.